Fundación Miguel Angel Muñoz

Museo de Historia y Curiosidades de San Cristóbal


En el sureste del mapa mexicano nos encontramos con uno de los estados más interesantes para visitar: Chiapas. Este lugar es un sitio repleto de riqueza, no solo natural sino también cultural e histórica y conocerlo nos envuelve en la misma sensación que cuando empezamos a leer un libro muy bueno del que no podemos apartarnos porque queremos saber qué sigue. El aire de Chiapas es un aire cargado de perfume, el de su vegetación de selva tropical que desprenden sus caminos y hasta las mismas carreteras rodeadas de plantas y el del intenso aroma de su café bien cargado que despierta a los más débiles.

Algunos de los atractivos más importantes de este estado son, por ejemplo, las Cascadas de Agua Azul que nos muestran que el turquesa no es propiedad exclusiva del Mar Caribe y nos maravillan ante el paisaje de esta agua hermosas rodeadas de un verde profundo que se trepa a los costados en los árboles y arbustos típicos de la zona. El Cañón del Sumidero, los Montes Azules de la Selva Lacandona, las Lagunas de Montebello, Barra de Tonalá y los bosques pinares de Chanal son otros de los muchos y variados atractivos naturales del estado.

Pero la naturaleza no es lo único que podemos conocer en Chiapas y una prueba de ellos es una parada casi obligatoria cuando estamos conociendo el estado: la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Esta ciudad es la principal localidad turística del estado y eso no nos asombra cuando caminamos por sus calles y nos encontramos con una intensa vida cultural. Señal de ella es la presencia de numerosos museos que se especializan en temas muy variados dando cuenta de un espíritu amplio y abarcador que no solo se ocupa de preservar el pasado y el legado de otras épocas sino también de producir continuamente nuevas formas de pensar en la comunidad.

Uno de los museos que más interés despierta en los viajeros es el Museo de Historia y Curiosidades de San Cristóbal. Así como muchas personas desean leer pero no tienen tanto tiempo o no tienen la suficiente y necesaria capacidad para concentrarse, hay personas que si visitan un museo de una misma temática se aburren fácilmente y no prestan atención perdiendo así tanto el tiempo que se demoran en caminar por las salas como la oportunidad de aprender algo nuevo. Aquellas personas que no pueden terminar una novela pueden, sin embargo leer muy entusiasmados un libro con textos cortos que hable de temas variados y curiosos, como es el caso de los récord mundiales o aquellas guías sobre un país que presentan los datos más interesantes y llamativos sin profundizar en ninguno de ellos.

Para esta gente el Museo de Historia y Curiosidades pues presenta objetos curiosos de diferentes áreas tales como un fonógrafo Edison del año 1906 que funciona perfectamente, la marimba más pequeña, una colección de fotografías que nos muestra del artista Vicente Kramsky que nos muestra la historia de la ciudad en sus tomas, uno de los primeros billetes emitidos por el Banco de Chiapas, el primer periódico de San Cristóbal así como la primer bicicleta que llegó a la ciudad, artesanías realizadas en el siglo XIX en los diferentes barrios y, además, información general como por ejemplo todos los nombres que tuvo San Cristóbal o el parque central de la ciudad.

Si bien esta información y los objetos que reúne el museo nos puede parecer parte de una muestra un tanto superficial no debemos creer que sea así, pues se trata de una exposición que tienen como fin, justamente, rescatar los datos curiosos. Y muchas veces es a partir de estas curiosidades que llaman la atención de las personas que no son muy adeptas a visitar museos o interesarse en la cultura, que muchos comienzan a prestar más atención a la lectura, a relacionar hechos con productos y así a tener más presente la historia misma de la ciudad.

Además de la exposición permanente este museo cuenta con una sala de exposiciones temporales en las que se busca mostrar la producción, pasado y arte de las comunidades de la zona, muchas de las cuales descienden de los pueblos originarios que poblaron esta parte de México. Podemos ver entonces tanto trajes típicos realizados y usados por los miembros de tales comunidades así como textos en lenguas indígenas en los que se explica cada uno de los objetos. La inclusión de estas lenguas hace que se reconozca la importancia de la cultura originaria en algo tan simple pero que no se ve en otros museos, como tener en cuenta la visita de estas personas y ofrecer una explicación o descripción en un idioma que no sea solo el español y el inglés.

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