Fundación Miguel Angel Muñoz

MI AMIGO JAN DE VOS


Detrás de un hombre de semblante marcado por el paso de la historia, descubrí a un ser sencillo, de carácter amable, un gran amante de la vida y de la naturaleza y que un día me abrió su corazón de amigo… así era Jan de Vos, o Juan el Zorro, como me dijo una vez significaba su nombre. Amigos como Jan, seguro no tendré otro; un ser incomparable que me enseñó los principios básicos de la historia, de la investigación y del amor a la vida, con su manera de actuar, de hablar, de contar sus historias, pero sobre todo de compartir sus sueños, penas y anhelos con alguien como yo.

¿Qué es lo que más admiro de Jan…? y digo admiro porque para mí, el Sr. De Vos, o simplemente Jan, sigue vivo… y es que su recuerdo, sus consejos, sus enseñanzas y todos esos momentos que pasamos juntos, quedaron grabados en mi mente y en mi corazón. De singular vocabulario Jan de Vos, armonizaba la lengua española y traducía entre frases poéticas su expresión cotidiana, me gustaba escuchar sus expresiones, y su manejo del castellano más asombroso que he escuchado, elegante, profundo, y siempre con un mensaje entre letras. Así, así era Jan de Vos.

Multifacético, una persona que cocinaba, cantaba, escribía poemas, reflexionaba, tocaba la guitarra, leía, investigaba, caminaba, convivía con la naturaleza, en pocas palabras un amante de la vida. Ordenado, siempre puntual a la citas, su majestuosa mente lo hacían siempre sobresalir en los eventos y lugares donde se encontraba. Un amigo noble, que siempre estuvo al pendiente de los otros, que apoyo mis inicios, y que me hizo soñar en grande; y que entre los dos, iniciamos un sueño que ahora se me toca terminar… El Museo de Historia y Curiosidades de San Cristóbal. Un museo que surgió en una de las muchas comidas que compartimos, y que fundamentó en el hecho de que “San Cristóbal era para él una señora elegante a la cual veía como su enamorada, y para mí, esa señora era mi madre…”

Vivía entre libros, pero nuestras pláticas jamás fueron de historia. Siempre había un tema reciente del cual hablar, del cual compartir opiniones, y del cual enriquecer nuestras almas. En su último cumpleaños nos reunimos sus amigos, muchos de ellos investigadores, historiadores y doctores, y aunque mi edad no era ni cercana a la media de los invitados, tuve el privilegio de ese día sentarme junto a él, y desearle: ¡feliz cumpleaños!

Jan de Vos es y será siempre polémico, intuitivo, serio, objetivo, carismático, amigo, multifacético, sincero, humilde, generoso… un hombre ¡grande!, ese hombre al que yo llamo amigo, y que al contestar su teléfono, le decía ¡Buenas tardes Sr. De Vos!

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